A pesar de una disminución en el consumo de cigarrillo a nivel mundial, este producto sigue siendo la causa de millones de muertes al año en el planeta. Para aclarar dudas, y en el contexto del Día Internacional sin Tabaco, hablamos con la Dra. Guacolda Benavides, broncopulmonar y jefa del programa antitabaco del INT.
En su último informe respecto de las Tendencias Mundiales del Consumo de Tabaco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló una importante disminución en su consumo, asegurando que se detectó una baja “de 1.397.000 millones en el año 2000 a 1.337.000 millones en 2018, lo que supone una reducción de 60 millones de personas”. Sin embargo, el mismo organismo internacional aseguró que cada año existen 7 millones de personas que mueren a causa del cigarro y alrededor de 1.2 millones pierden la vida por exposición al humo ajeno.
Daño transversal
En el marco del Día Internacional sin Tabaco, entrevistamos a la Dra. Guacolda Benavides, broncopulmonar y jefa del programa antitabaco del Instituto Nacional del Tórax, quien fue clara en expresar que no sólo el consumo sino que también la exposición al cigarrillo afectan los tejidos del organismo y la calidad de vida.
“Por ejemplo, afecta las fosas nasales donde cambia la percepción de olores; también la tráquea y los bronquios, determinando que las personas tengan tos crónica y expectoración de manera habitual, principalmente en las mañanas”, explica la profesional. Y agrega: “A nivel pulmonar, la alteración más conocida es la destrucción de los alvéolos, determinando una enfermedad conocida como EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) o enfisema. Pero lo más llamativo es que el 90% de los casos de cáncer pulmonar son detonados por el cigarro”.
Pero, además, explica que el consumo de tabaco afecta de muchas otras maneras:
- A nivel de piel: tienen mayor retraso en la cicatrización de heridas, aparecen de forma precoz las arrugas y existe más riesgo de enfermedades dermatológicas.
- A nivel óseo: hay mayor riesgo de tener osteoporosis y, con ello, fracturas.
- A nivel del sistema nervioso: es un factor de riesgo importante para la demencia y el alzheimer.
- A nivel hormonal: ocasiona una mayor probabilidad de tener resistencia a la insulina y presentar un efecto antiestrogénico.
- A nivel de oído: la otitis media es más frecuente, al igual que en hijos de padres fumadores.
- A nivel inmunológico: aumenta la posibilidad de tener enfermedades autoinmunes.
- A nivel cardiovascular: hay mayor probabilidad de enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, enfermedad vascular periférica y aneurisma de la aorta.
- A nivel de fertilidad: en los hombres está asociado a la hipofertilidad
- A nivel sexual: es la principal causa de disfunción eréctil, después de la diabetes.
- A nivel bucal: es clara la relación del consumo de tabaco y las enfermedades periodontales y, a largo plazo, influye negativamente en el éxito de los implantes dentales.
Coronavirus
En cuanto a la pandemia que hoy vivimos, la profesional también puntualizó que un estudio realizado por expertos en salud pública convocados por la OMS en abril de este año, reveló que los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave por COVID-19 en relación con los no fumadores. Una razón más para pensar en dejar de fumar.
Siempre es posible dejar de fumar
Consultada sobre los beneficios de dejar de fumar, la Dra. Guacolda Benavides aseguró que quien se decida a hacerlo no ven solamente los beneficios a largo plazo: “Antes de una semana notan los cambios. Hay evidencia de que, a los dos días, la nicotina desaparece del organismo y se recupera el gusto y la capacidad de oler”. Y finaliza: “Sin importar la edad que se tenga o el tiempo que se lleve fumando, siempre hay oportunidad para dejar de hacerlo. Lo importante es dar el primer paso, tomar una decisión firme de dejarlo”, finalizó.