En el día mundial contra la tuberculosis, el llamado es a estar alerta frente a los síntomas de esta enfermedad altamente contagiosa que sigue existiendo en el país. El desafío principal del programa contra la tuberculosis en el INT es promover la detección temprana para evitar su propagación.
El 24 de marzo de 1882, el doctor Robert Koch anunció el descubrimiento de una micobacteria causante de una enfermedad infecciosa, muy contagiosa y potencialmente mortal. Se trataba de la tuberculosis o la «peste blanca», como también se la conoce, provocada por el Bacilo de Koch -bautizado así en honor a su descubridor- y puede desarrollarse en cualquier órgano del cuerpo, siendo las de localización meníngea, pericárdica y pulmonar las más riesgosas.
La forma de contagio es, básicamente, de persona a persona. Se trasmite a través de la tos y la expectoración, las personas enfermas eliminan las bacterias al medio ambiente y de ahí son inhaladas por otros seres humanos, que se contagian y que más tarde podrían enfermarse.
El problema actual con esta enfermedad, según relata Andrea Searle, bioquímica del laboratorio de TBC del Tórax, “es que hay tardanza en su pesquisa. Se cree que la enfermedad está erradicada, las personas e incluso los médicos de otras especialidades no piensan en la tuberculosis a la hora de solicitar exámenes por alguna patología respiratoria. Entonces se produce un riesgo de propagación en el círculo de las personas enfermas”.
Añade, “generalmente las personas asisten a los hospitales cuando ya la enfermedad está muy avanzada. No van a los consultorios frente a síntomas iniciales, ahí hay un trabajo de concientización importante hacia la comunidad”.
En Chile, los grupos de mayor riesgo son aquellos que han tenido contacto con infectados, quienes padecen enfermedades crónicas, adultos mayores, portadores del VIH, reos y migrantes de países con alta incidencia de TBC.
Programa del Instituto Nacional del Tórax
“Nosotros somos centro de referencia y por tanto los pacientes son derivados de otras instituciones. Sin embargo, tenemos desafíos también en el control de esta enfermedad que pasa por aumentar la pesquisa de los sintomáticos respiratorios, porque nuestro objetivo es cortar la cadena de transmisión; asegurar la cobertura de la vacunación que protege a los niños de las formas graves de la TBC; y asegurar que los pacientes completen su terapia y tengan tratamientos exitosos”, explica Andrea Searle.
Para cumplir con este programa, agrega la profesional, “se han asignado recursos especialmente para fortalecer los laboratorios de la red de salud dándoles herramientas de diagnóstico para tener mejores y más rápidos resultados”.
Cómo acceder al tratamiento
El INT es un centro de referencia y por lo tanto los pacientes son derivados de otras instituciones principalmente de la Atención Primaria de Salud. Una vez ingresados al servicio, son hospitalizados en su mayoría para recibir el tratamiento y monitorear su progreso.
Lo que tienes que saber de la TBC
• La vacuna contra la tuberculosis tiene como objetivo disminuir las formas graves de su desarrollo. Sirve en una primera etapa de la vida (5-6 años) y no previene su contagio.
• Cuando hay tos con expectoración persistente (15 días), sudores nocturnos, pérdida de peso y fiebre visitar un especialista para la realización de un examen bacteriológico, que determina la presencia del Bacilo de Koch en la expectoración.
• Una vez diagnosticada la enfermedad, viene la fase de tratamiento, el cual es gratuito, estrictamente supervisado y estandarizado, que consiste una combinación de cuatro antibióticos, de los que al menos dos deben mantenerse durante seis meses. Interrumpir la terapia o acortarla es peligroso y puede provocar que los bacilos de Koch se hagan resistentes al tratamiento.
Equipo de Laboratorio TBC del Instituto Nacional del Tórax.