Este año, el mundo de la salud se vio colapsado por la pandemia del COVID-19. Y aunque las falencias de muchos establecimientos quedaron en evidencia, hay ciertas áreas que han tenido importantes avances, todos en favor del paciente.
El 2020 azotó al mundo de la salud como no pasaba hace 100 años. La pandemia vino a dejar al descubierto una serie de atrasos y falencias no solo del sistema sanitario chileno, sino también el de muchos otros países donde este sigue siendo un tema pendiente.
Sin embargo, a pesar de lo anterior, y de que el coronavirus pareció imponerse por sobre todas las demás enfermedades y todos los posibles avances en materia sanitaria, en el Instituto Nacional del Tórax se han seguido implementando progresos tecnológicos en pos del paciente.
ECMO móvil
Uno de estos avances fue en los equipos ECMO, máquinas de alta complejidad capaces de suplir las funciones del corazón y pulmón (ECMO venoarterial) o solo del pulmón (ECMO venovenoso), según la necesidad. “La ECMO suple artificialmente la función del pulmón extrayendo sangre desde una vena grande, la cual pasa por esta máquina que la oxigena, sacándole CO2 e introduciéndola nuevamente al cuerpo. Así se logra reemplazar la función del pulmón en espera de que este vuelva a recuperarse”, explica el doctor Sebastián Iturra, cardiocirujano del INT.
Hasta julio de este año, estas máquinas estaban disponibles solo en el hospital; sin embargo, desde esa fecha, el INT ha puesto en marcha los traslados con ECMOS móviles, los cuales son utilizados para llevar a pacientes en estado crítico de un establecimiento de salud a otro. “Somos el único hospital público en Chile que está haciendo este tipo de rescate de pacientes graves, con fallas respiratorias catastróficas que de una u otra forma no podrían estar vivos si no es con la ayuda de un pulmón o corazón artificial. Cuando ellos necesitan un traslado de establecimiento de salud, con estas máquinas móviles el proceso es realizado de forma más estable y segura para él”, explica el doctor Gabriel Olivares, cirujano cardíaco del INT.
Para el doctor Christian Dauvergne, subdirector médico del Instituto Nacional del Tórax, se trata de un gran progreso para la salud pública:“Esto es un avance notable en el servicio público, que generalmente no se asocia con este tipo de complejidad. Tenemos tecnología y gente capacitada para manejar esa tecnología, que es fundamental”.
TAVI a distancia
Otro de los avances en los cuales el INT ha participado en los últimos meses es la prueba de dispositivos para realizar cirugías teleasistidas.
Así fue como por primera vez en Chile se pudo realizar un TAVI (Transcater Aortic Valve Implantation) o implantación de la válvula aórtica transcatéter en el INT, trasmitiendo a través de unos lentes que porta el cirujano. Gracias a un completo sistema de cámaras, otro especialista ubicado en Venezuela pudo ver lo mismo que el cirujano chileno, dictarle instrucciones e incluso señalarle directamente ciertos puntos en pantalla, en el mismo lente.
“Nosotros insertamos una válvula de forma teleasistida de tal manera que el observador a distancia ve lo que nosotros vemos, ve con nuestros ojos, ya que la cámara de alta definición está en los anteojos que utilizamos para el procedimiento”, y continúa: “Esta tecnología sirve para asistencia a distancia, lo cual significa mayor apoyo a cirugías; podemos asistir a gente de menor experiencia o, al revés, cirujanos de mayor experiencia pueden asistirnos sin tener la necesidad de estar de manera presencial acá… pueden apoyarnos desde cualquier parte del mundo”, cuenta el doctor Dauvergne.