La Unidad del INT se transforma en la primera UMT del país en implementar hemostasia avanzada en su laboratorio, lo cual se suma a dos equipos de pruebas viscoelásticas.
Un importante avance en sus capacidades de análisis acaba de concretar la Unidad de Medicina Transfusional (UMT) del Instituto Nacional del Tórax gracias a la implementación, a partir del 11 de julio, de una serie de técnicas de hemostasia avanzada.
La hemostasia avanzada contempla un set de pruebas para medir factores específicos de alteración de la coagulación como el factor VIII, factor de Von Willebrand, antitrombina y Xa.
Según explica Judith Hidalgo, coordinadora de la UMT, desde el año 2019 que el establecimiento ya contaba con un examen denominado ROTEM (tromboelastometría rotacional), prueba que también mide la coagulación a nivel general y permite tomar decisiones en tiempo real en cuanto a la administración de hemocomponentes y liofilizados de factores.
Ahora, con la reciente implementación de las nuevas técnicas, la UMT se transforma en la primera Unidad de Medicina Transfusional que, además, es una unidad de hemostasia avanzada.
“Esta tecnología nos permite conocer específicamente qué factor de la coagulación o qué parámetro está alterado en la coagulación de un paciente y, así, poder administrarle justo lo que necesita, con el propósito de ahorrar hemocomponentes (conjunto de elementos que integran la sangre, como glóbulos rojos, plaquetas o plasma y crioprecipitado) y la consecuente disminución en la morbimortalidad de nuestros pacientes”, explica la especialista.
Este avance impacta principalmente en los pacientes del Instituto que han requerido de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) o cardiocirugía, quienes requieren de la administración de anticoagulantes como la heparina.
Gracias al uso del estudio ROTEM, durante el año recién pasado las transfusiones generales en el INT disminuyeron en un 30% aproximadamente, y en particular, las transfusiones de productos plasmáticos, como plasma fresco y crioprecipitados, en casi un 70%.
“Con los últimos avances, podrían incluso llegar a anularse completamente las transfusiones de productos plasmáticos y reemplazarlas por el uso de liofilizados”, puntualiza la jefa de la UMT.
Implementación y proyecciones
La ejecución de estas mejoras significó un importante esfuerzo por capacitar al equipo, incorporar un nuevo tecnólogo médico y gestionar la llegada de equipamiento de avanzada automatización, completando tres equipos dedicados a coagulación.
Esto permite contar con un sistema de vanguardia en calidad, que garantiza la seguridad y eficiencia de los resultados de la unidad de medicina transfusional.
“Asimismo, esperamos que en un año podamos ampliar nuestros servicios al resto de los establecimientos de salud de la red oriente”, agrega Judith Hidalgo.
El equipo de la UMT del Instituto Nacional del Tórax está compuesto por Gonzalo Meza, Judith Hidalgo, Natalia Mendoza, Romina Vidal, Kimberly Cerda, Claudio Silva, Bárbara Navia, Ghislaine Jiménez y Sergio Ramírez.