En 1987 la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 31 de mayo de cada año como el Día Mundial sin Tabaco, con el fin de concientizar a la población sobre los peligros de su consumo. Hoy, a pesar de que su consumo ha disminuido de un 40% a un 30% en general, sigue siendo un problema de salud pública.
En Chile más de 16 mil personas mueren cada año a causa de su consumo y casi 100 mil son diagnosticados con una enfermedad relacionada al cigarro.
Sin embargo, nuestro país ha implementado diversas políticas aprobadas por la OMS, tales como exigir ambientes libres de humo en espacios cerrados, aumentar las advertencias en las cajetillas con información respecto de riesgos al fumar, elevar el impuesto al tabaco, entre otros.
Reconocimiento internacional
La Dra. Paloma Cuchi, Representante de la Organización Panamericana de la Salud en Chile, declaró que frente a la prensa nacional: “Son importantes los avances para disminuir el consumo de tabaco, el país tiene las condiciones para que las cosas funcionen: una población educada a la que le preocupa la salud y un marco de políticas públicas importante, entre otras”.
Una positiva realidad que se refleja en los datos, pues el Ministerio de Salud aseguró que el consumo de tabaco disminuyó de un 40% a un 30% en general. Alegres resultados que se deben a eficaces y eficientes políticas públicas, junto al apoyo constante de programas relacionados al consumo de tabaco, como el del Instituto Nacional del Tórax (INT).
El aporte de nuestro Instituto
El INT fue el primer hospital público en desarrollar un Programa de Cesación del Tabaquismo, el cual funciona hace más de 20 años: “El tratamiento contempla sesiones de trabajo grupal, en las que los participantes reciben educación y herramientas de apoyo farmacológico de parte de un equipo conformado por médico, psicólogo y enfermera”, explicó la broncopulmonar, Guacolda Benavides.
Por su parte, la psicóloga del programa, Haydee Chamorro, señaló: “Es posible dejar de fumar aprendiendo las estrategias para, primero, manejar las ganas de fumar, darse cuenta de cómo cada uno puede ir haciendo cambios concretos para alejar cada vez más el cigarrillo de su vida cotidiana y para eso nosotros trabajamos las conductas, las emociones, la autoestima y la autoeficacia de cada uno de los pacientes”.
Daisy Corral, enfermera del programa, indicó que este tratamiento ha tenido resultados significativos. «Muchos pacientes han dejado de fumar y hemos logrado mantener la continuidad del programa a pesar de la pandemia», declaró.
Si quieres ser parte de este programa, debes acercarte al Cesfam que te corresponda y desde ahí puedes ser derivado para evaluación en nuestro instituto.
Este es un apoyo importante del INT para la salud de la población, que también aporta directamente a la economía nacional, debido a que el Estado gasta más de un billón de pesos en problemas relacionados con el tabaquismo, lo que equivale al 0,8% del PIB de Chile.