Con mucha emoción el 1 de junio se inauguró la exposición de ilustraciones “Corazones: Conquistando Espacios”, de la artista Pamela Leichtle, que fue montada en el Instituto Nacional del Tórax.
Gracias la generosidad de Pamela y con el apoyo del gestor cultural Julio Fuentes, durante junio y julio los pasillos de nuestro Instituto estarán colmados de corazones en distintas expresiones y facetas, en una temática tan cercana al quehacer de nuestro establecimiento, llevando arte tanto a nuestros pacientes como funcionarios.
Según la presentación de la muestra, cada uno de estos corazones ilustrados tiene la intención de representar algún momento, sentimiento o sensación, abordando desde una mirada científica en la que se mezcla su increíble anatomía y elementos fantásticos.
En la ceremonia inaugural, profesionales de distintos equipos tuvieron la posibilidad de conversar con la artista y contarle sus experiencias. Participaron en la actividad el director (s) del INT, doctor Osvaldo Arriagada; la subdirectora de Gestión y Desarrollo de Personas, María de los Ángeles Calderón; la subdirectora (s) de Gestión del Cuidado, Carolina Palomo; la jefa del Servicio Médico Quirúrgico Cardiovascular, doctora Cecilia Muñoz; las enfermeras de la Unidad de Trasplante Erika Donoso y Francesca Gajardo; la enfermera supervisora del Servicio Médico Quirúrgico Cardiovascular, Natalia Hinojosa, y la enfermera jefe de la Unidad de Cardiopatías Congénitas, Angélica Huerta.
El doctor Osvaldo Arriagada agradeció la iniciativa, inédita en nuestro instituto, y valoró la posibilidad de llevar muestras de este tipo a espacios menos tradicionales.
Por su parte, la artista expresó que “llegué al Hospital del Tórax porque sentía que la obra se completaba en un lugar tan significativo, donde podía llegar a espectadores (pacientes, acompañantes y el personal) a los que les podría hacer sentido esta muestra”.
“Me gusta mucho la idea de poder acercar el arte, de alguna manera, a lugares no tradicionales, siento es un pequeño granito de arena para personas que en su vida cotidiana no acceden a exposiciones”, concluyó la ilustradora.
Un proyecto de pandemia
Según contó Pamela, la idea de esta muestra comenzó durante los primeros días de la crisis sanitaria por COVID-19, en los días en los que no podíamos salir de casa.
“Comencé intuitivamente a dibujar corazones. Quizás ese símbolo tan representativo del amor era un poco lo que necesitábamos todos”, agregó la artista.
Con el tiempo fue creciendo el interés por este órgano y Pamela comenzó a estudiarlo y a sorprenderse de su inagotable capacidad.
“Estos corazones que son un símbolo tan cotidiano y reconocible por todos, idea sencilla que puede decir una infinidad de cosas”, puntualizó.