Seis meses son los que lleva Pablo Gacitúa como director del Instituto Nacional del Tórax. Establecimiento de alta complejidad y reconocido a nivel nacional como un centro de referencia que, como tal, exige conocimiento de la red de salud pública. Su paso por un hospital en el norte le entrega esa expertise, y su vocación de servicio público el resto, para asumir la dirección tras postular a través del sistema de Alta Dirección Pública. En esta entrevista hace un balance general del estado actual del Instituto y los desafíos de su gestión.
Primera impresión
«Tras un primer diagnóstico realizado fue posible detectar las vulnerabilidades y oportunidades. Tenemos mucho por mejorar pero también hay que reconocer las brechas de recursos humanos. En los últimos años el establecimiento ha crecido tanto en prestaciones como en complejidad; los pacientes que se reciben también son más añosos y eso requiere de un mayor número de equipos profesionales destinados a atenderlos. Por tanto, se han generado áreas de desempeño en las cuales falta gente. Si bien estamos revisando y priorizando, en forma paralela hacemos las gestiones para obtener aumento de dotación lo que está justificado dada la realidad que enfrentamos con nuestros pacientes» .
Desafíos de gestión
«El principal desafío es mantener la condición de hospital acreditado, lo que significa darle continuidad a todo el trabajo que se ha hecho en la calidad y seguridad de los procesos. Además, hay una serie de requisitos que debemos cumplir como establecimiento autogestionado, donde lo más importante es mantener un equilibro presupuestario y financiero que no es fácil porque muchos de los insumos y fármacos que utilizamos son de alto costo y en muchos casos están asociados a la variación que experimenta el dólar».
Mejoras en infraestructura
«Estamos trabajando en un proyecto para aumentar en 100% la capacidad de desplazamiento vertical de nuestros pacientes. Eso significa que estamos mejorando el entorno del edificio lo que se traduce, por ejemplo, en la instalación de dos nuevos ascensores (además de cambiar los dos actuales). Asimismo se ha avanzando en otras áreas como Hemodinamia y Camas Críticas que involucra equipamiento de última tecnología, lo que nos coloca a la cabeza de ciertas prestaciones».
Lo que viene para este 2017
«Son muchas las metas y desafíos que tenemos por delante y estoy muy entusiasmado y comprometido con consolidar nuestra institución a nivel nacional e internacional. Para lo cual debemos cumplir primero con los compromisos ya adquiridos: tener al menos 50% de los funcionarios con cursos de capacitación; cumplir con las garantías Ges; con el despacho integral de las recetas de medicamentos, las metas que establece la autogestión hospitalaria; las tareas que implica tener certificación de Hospital Amigo y Hospital Verde. Para cumplir con estos desafíos es fundamental contar con el apoyo de nuestros funcionarios, que son el corazón de la Institución, y nuestros pacientes, que son el centro de lo que hacemos».
«Por tanto mi invitación es a trabajar juntos, en una gestión de puertas abiertas, transparente, donde generemos las confianzas necesarias para cumplir con un objetivo común, que es una atención de salud de excelencia».