Existen múltiples factores que pueden llevar a tener una mala noche y desaprovechar todos los beneficios que supone un descanso correcto y reparador, pero siempre hay alternativas para volver al sueño profundo que tanto queremos.
Cuando dormimos estamos inconscientes, a pesar de que nuestras funciones cerebrales y corporales siguen activas. Somos parte, entonces, de un proceso biológico muy complejo que nos ayudará con el procesamiento de nueva información, además de mantenernos saludables y descansados.
Dependiendo de la fase en la que nos encontremos, entre otras cosas, podremos: reflexionar, construir recuerdos, liberar hormonas de crecimiento y sexuales, así como también, mejorar estados de enfermedad, ya que ayudamos al sistema inmunitario en su acción.
A pesar de los beneficios que puede suponer el sueño en nuestra vida, la doctora y especialista en Neurología del Sueño de nuestro Instituto, Fernanda Gómez, afirma que “si bien el sueño es muy importante para nuestro bienestar, uno no puede vivir el sueño desde la exigencia, desde cuánto yo tengo que rendir… es fundamental vivirlo desde la autocompasión y el autocuidado”.
Además, explica que si hubiera dificultad para dormir, la solución no es castigarse, pensando por ejemplo en las responsabilidades del día siguiente si no “que uno se hablara como a un niño pequeño y le dijera acá estoy para ti, estoy teniendo un momento difícil, tranquilizarse y recién acostarse”, afirmó.
Desperté a media noche ¿Cómo me quedo dormido otra vez?
Ya sea por necesidades naturales, o algún ruido o la intervención de algún tercero (pareja, hijo, padres) nuestro sueño puede interrumpirse y de un momento a otro estamos muy despiertos. Nuestra mente se llena de preocupaciones y de todo pendiente que tengamos. ¿Qué hacer?
“Es fundamental considerar que el sueño es una sensación. Uno no decide dormir. Es como si nos obligáramos a tener apetito o incluso deseos sexuales”, explica Gómez, y agrega que: “Para poder sentir sueño, lo importante es buscar un espacio antes de acostarse, que nos permita relajarnos y bajar las revoluciones, para que el cerebro sepa que está seguro y en un espacio donde podemos permitirnos sentir sueño”.
Así, es aconsejable buscar alguna actividad o acción que me ayude a volver a un estado de tranquilidad, como: usar técnicas de respiración profunda, meditar, evitar aparatos electrónicos, leer un libro, levantarse y caminar un poco para liberar los pensamientos.
Existen diversos factores que pueden afectar tu sueño y la calidad del mismo, pero con tranquilidad e intentando realizar alguna de las actividades mencionadas, podrías lograr una mejora significativa para tu vida.