Con gran emoción y recogimiento, la comunidad INT se congregó esta mañana en nuestro auditorio para rendir un nuevo homenaje póstumo a nuestra querida funcionaria Loretto Pizarro, cuya pérdida nos golpeó hace un par de semanas.
En la ceremonia participaron Javier Letelier y Pamela Espinoza, presidente y secretaria del Consejo Regional Metropolitano del Colegio de Enfermeras, respectivamente, quienes solidarizaron con el dolor de nuestra comunidad y destacaron la importancia de contar con espacios de memoria, autocuidado y reconocimiento.
“Es tan humano el dolor ante la pérdida de alguien que ha dejado una huella, no debemos olvidar que también somos personas y debemos cuidarnos y acompañarnos”, explicaron.
También dedicaron conmovedoras palabras a la memoria de Loretto la subdirectora de Gestión del Cuidado de nuestro instituto, Paola Alfaro; la presidenta del Capítulo del Colegio de Enfermeras A.G.en el INT, María Toro; la presidenta de la Asociación de Enfermeras del INT, Bárbara Calderón; y Beatriz Moreno, en nombre de sus compañeros y compañeras.
El equipo INT también preparó un video donde distintos funcionarios y funcionarias contaron lo que más valoraban de Loretto y cómo será recordada.
En memoria de Loretto (+)
Loretto Pizarro Mariño fue una enfermera de larga trayectoria. Egresada de la Universidad de Antofagasta, como desafío profesional se traslada a la Región Metropolitana, trabajando previamente en el Hospital Padre Hurtado e Instituto Nacional de Geriatría.
En el año 2001 llegó al Instituto Nacional del Tórax (INT), al Servicio Médico Quirúrgico 4º norte, para luego ser fundadora y pionera de la Unidad de Electrofisiología del Tórax, siendo formadora de distintos estamentos de funcionarios del área de salud. Sin embargo, fue la encargada de evolucionar, liderar los pabellones que hoy día son el centro de referencia con más complejidad a nivel nacional.
Loretto se destacó por formar a muchas generaciones de enfermeras para cumplir el rol en distintas regiones, y así poder brindar atención de calidad a los usuarios con enfermedades cardiovasculares, que es la primera causa de muerte en Chile.
Su formación continua de la Cardiología Intervencional y Electrofisiología propaga su legado profesional, con énfasis en la humanización de la gestión del cuidado, y constituye un hito a destacar su excelencia valórica y emocional.
Hoy, su legado como enfermera jefa de Cardiología Intervencional y Electrofisiología, seguirá vivo, destacando la calidez humana, excelencia profesional, inteligencia emocional, resiliencia, entusiasmo, generosisdad, honestidad, carisma y creatividad, entre otras.
Agradecemos el paso de su vida junto a nosotros, que dejó una huella que trascenderá por los pasillos, salas y, sin duda, en el alma de quienes lamentamos su pronta partida y que la recordaremos siempre.
(*) Preparado por el equipo de Electrofisiología y cardiología Intervencional del INT