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Este 14 de febrero se celebra el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, término con que se define al conjunto de alteraciones cardíacas secundarias a defectos en la formación y desarrollo del corazón y los grandes vasos sanguíneos, que se producen durante la vida intrauterina. Los defectos pueden ser simples, y quizás no causen problemas, o pueden ser complejos y causar complicaciones que ponen en riesgo la vida.
Gracias a los avances en el diagnóstico y el tratamiento, actualmente la mayoría de los niños que antes morían a causa de enfermedad cardíaca congénita sobreviven hasta la edad adulta. Sin embargo, los adultos pueden presentar signos y síntomas de la enfermedad más adelante en la vida, incluso si recibieron tratamiento en la infancia.
Si tienes una enfermedad cardíaca congénita, es probable que necesites atención de por vida, por esa razón el Instituto Nacional del Tórax tiene la capacidad para entregarles el apoyo que requieren.
Actualmente el equipo de Cardiopatías Congénitas atiende, a través de control, más de 3 mil pacientes y contabilizan el ingreso de cerca de 20 a 25 pacientes nuevos por mes, que son derivados desde los diferentes establecimientos hospitalarios de nuestro país.
Desde el año 2000, el establecimiento cuenta con un equipo preocupado de entregar soluciones concretas a ese pequeño grupo de pacientes que, en esa época, comenzaba a ser derivado. En la actualidad, ya suman 7 médicos y dos enfermeras que atienden en consulta, ecocardiograma, cardiología intervencional y cirugía.
Múltiples soluciones
La mayoría de estos procedimientos terapéuticos en la infancia, si bien permiten una sobrevida y una buena calidad de vida, no logran la corrección total de los defectos. Estos pacientes son crónicos que requieren control médico y procedimientos quirúrgicos y/o intervencionales percutáneos durante su seguimiento. Afortunadamente pueden ser realizados en su totalidad por el completo equipo humano y los grandes avances técnicos con que contamos.
Estos pacientes durante su vida deben realizarse múltiples cirugías quirúrgicas reconstructivas, que no solucionan en su totalidad el problema de base. Por esa razón, para este creciente grupo de pacientes el cateterismo terapéutico se convierte en una alternativa para disminuir el número de cirugías, acceder a las venas o arterias y con un procedimiento que muchas veces es ambulatorio, lo que significa para el paciente y su familia mantener una vida más normal, sin necesidad de pasar por un post operatorio, ni hospitalización. Además, gracias a la Unidad de Electrofisiología de nuestro establecimiento, existe la posibilidad de corregir algunas arritmias por vía percutánea.
En relación con los medicamentos de la práctica general de la cardiología, estos son proporcionados sin problema a todos nuestros pacientes, los que pueden mantenerse estabilizados gracias a sus tratamientos. Sólo en relación a la hipertensión pulmonar, el Jefe de la Unidad de Cardiopatía Congénita, Dr. Polentzi Uriarte se detiene a indicar que existe «un gran déficit, dado que los pacientes congénitos con hipertensión pulmonar no han sido incluidos aún en la ley Ricarte Soto, con lo cual están privados de medicamentos que mejoran la sobrevida y la capacidad funcional».
Ampliar la cobertura
Cada año, y gracias al tratamiento especializado a lo largo de la niñez y adolescencia, son muchos los pacientes que llegan a la edad adulta en buena situación clínica, pero necesitan de la atención médica y quirúrgica.
El Dr. Uriarte indica que para este 2019 desean «poder acortar la brecha que existe entre la demanda de atención de estos pacientes y la oportunidad de entrega de la atención, ya que el Instituto Nacional del Tórax es el único Centro Nacional que atiende a esta población y no contamos actualmente con el número de especialistas para atender la demanda en el menor tiempo posible”.
Otra gran preocupación para el equipo es poder ampliar e incorporar nuevos tratamientos que entregarán una gama más amplia de soluciones concretas a nuestros pacientes. «Queremos realizar algunos procedimientos de cardiología intervencional como el implante percutáneo de válvulas pulmonares y lograr, por fin, contar con farmacos efectivos para el tratamiento de la hipertensión pulmonar, esto a través de la inclusión de nuestros pacientes a la Ley Ricarte Soto», finalizó el Dr. Uriarte.