Cuando las temperaturas suben, conciliar el sueño parece ser una verdadera batalla. Pero, ¿por qué nos cuesta dormir con calor? ¿Qué podemos hacer al respecto?
Según la investigación Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC.El, que se realizó el año recién pasado, el 44% de los adultos en Chile sufre de insomnio, el que generalmente viene acompañado de algún problema de salud mental.
Sin embargo, durante el verano ocurre un fenómeno un poco distinto, pero que impide de igual manera conseguir una buena calidad de sueño y, por ende, una buena calidad de vida. Nos referimos a las altas temperaturas que, para muchos, es un gran tema a la hora de descansar: “Si bien no existen datos respecto al incremento del insomnio en verano, en estudios europeos que evalúan los efectos de las olas de calor se revela que las quejas de sueño se incrementan entre un 15-20%”, explica el doctor Alonso Quijada, neurólogo de la Unidad de Medicina del Sueño del Instituto Nacional del Tórax.
Dormir bien
El buen dormir es tan fundamental para la vida equilibrada como la sana alimentación. No por nada es justamente cuando nos entregamos al descanso profundo cuando nuestro cuerpo se recupera y hace una suerte de reseteo para que podamos enfrentar la nueva jornada con toda la energía y el buen ánimo que necesitamos. Sin embargo, cuando el sueño es deficiente o problemático, todo anda mal. Y una de las razones por las que esto puede pasar tiene que ver con las altas temperaturas que hay en las noches de verano.
“No existe una cifra exacta de lo que se debe dormir, ya que está determinado por la edad y el cronotipo de cada persona (existen dormidores largos y dormidores cortos). Pero lo razonable es dormir entre 6-8 horas”, explica el profesional.
Consultado sobre por qué cuesta más dormir con calor, el doctor explica: “El inicio del sueño está condicionado por claves externas, como menor luminosidad y disminución de temperatura ambiental en tono los 20°C. Por tanto, las altas temperaturas dificultan el inicio del sueño. A nivel cerebral, el ciclo circadiano está dominado por relojes biológicos y claves externas, siendo la temperatura ambiental una clave importante”. Y continúa: “Por eso existen problemas para dormir asociados a los cambios de horario y temperaturas. Altas o bajas temperaturas nocturnas dificultan el inicio del sueño, así como los cambios de horario, que desajustan el reloj cerebral respecto al socialmente establecido”.
Sobre las consecuencias a corto y largo plazo, el neurólogo Alonso Quijada explica: “A corto plazo se puede dar hipersomnolencia o somnolencia diurna excesiva, irritabilidad, disforia (irritabilidad) y fallas atencionales, que podría aumentar el riesgo de accidentabilidad. A largo plazo, principalmente se incrementa el riesgo cardiovascular; es decir, tener un infarto cerebral o al corazón”.
Aquí les dejamos algunos tips que nos dio el doctor para tener un buen sueño en tiempos de calor:
1. Mantén rutinas habituales de sueño y evita las siestas.
2. Una ducha tibia te ayudará a dormir más fresco.
3. Es bueno mantenerse hidratado, pero evitar la ingesta de líquidos dos horas antes de dormir.
4. Evita comer y consumir alcohol antes de ir a la cama, porque provocan un sueño de pésima calidad.
5. Duerme con ropa ligera, pero siempre cubierto con al menos una sábana.
6. Recuerda que el sueño mejora tu ánimo, memoria y ayuda a controlar tu presión y azúcar en la sangre.