La terapia con este tipo de cánulas permitiría evitar que hasta un 50% de los pacientes críticos por COVID-19 u otra enfermedad respiratoria, pasen a una fase de ventilación mecánica.
Nuestras autoridades gubernamentales han redoblado esfuerzos para prevenir el contagio y la propagación del COVID-19, sin dejar de lado a los pacientes que se encuentran presentando algunos síntomas de infección.
En este contexto, el Ministerio de Salud (MINSAL) anunció la compra de 400 equipos de Cánulas de Oxigenoterapia de Alto Flujo (CNAF), los cuales se sumarán a los 240 que ya están operativos en la red pública. La ventaja de esta terapia es que, según aseguraron de la cartera, permite evitar que hasta un 50% de los pacientes críticos pasen a una fase de ventilación mecánica.
En el INT
En el Instituto Nacional del Tórax existen cinco de estos equipos, cuatro actualmente en uso y el vacante se espera utilizar en las próximas horas.
Para conocer más sobre esta técnica, hablamos con Francisco Salinas, Coordinador de Kinesiología de la Unidad de Paciente Crítico del Instituto Nacional del Tórax: “Este dispositivo de oxigenoterapia de alto flujo emerge como una alternativa ya sea previa a la intubación del paciente o posterior al retiro del paciente de la ventilación mecánica, para el manejo de la insuficiencia respiratoria hipoxémica. En el contexto de pandemia, está asociada a los pacientes con COVID-19, pero también se ocupa en otras patologías”.
Consultado sobre el funcionamiento del dispositivo, el profesional puntualizó que busca complementar los efectos que tiene la oxigenoterapia convencional, mezclando aire y oxígeno en distintas concentraciones: “Con esta terapia se logra entregar oxígeno de forma más estable e incluso en altas concentraciones, asociado a alto flujo de gas”, explica.
“Ese flujo de oxígeno, va a ir calefaccionado y humidificado; eso contribuirá a la comodidad y tolerancia del paciente a la terapia, porque si no tuviera un adecuado nivel de temperatura y humedad, podría generar incomodidad y resequedad en las mucosas”, añadió.
¿Cuándo pensar en otra terapia?
Cuando se presenta un patrón respiratorio anormal o poco fisiológico, si uno ve que la técnica al cabo de una hora no tuvo los resultados esperados. Idealmente, la técnica de las CNAF es complementaria con otra llamada prono vigil, en donde el paciente está despierto, pero boca abajo, eso permite que mejore la oxigenación y que se optimice el efecto entregado por la oxigenoterapia de alto flujo.
El profesional finaliza explicando que esta terapia se originó en la fase neonatal y pediátrica, pero que se utiliza hace varios años en pacientes adultos: “Hoy, se trata de una terapia de mucha utilidad en este contexto de pandemia, que esperamos se termine lo antes posible”.