La ECMO es una máquina de apoyo respiratorio para pacientes de alta gravedad, cuyo uso masivo comenzó hace más de 10 años (en Chile y en el mundo) con la llegada de la influenza H1N1. Hoy, en el contexto de pandemia, ha sido un apoyo muy grande para los pacientes contagiados con coronavirus.
La llegada de la pandemia ha trasformado nuestra cotidianeidad y el funcionamiento completo del país, incluyendo por supuesto, el de hospitales y clínicas, donde se han debido maximizar recursos, aumentar la dotación de profesionales y extender los turnos, entre muchos otros cambios, todo con el fin atender a la gran cantidad de pacientes que han llegado buscando ayuda para recuperarse del virus COVID-19.
Entre todas estas adecuaciones, la que se ha hecho con los equipos ECMO (sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea) ha sido muy importante.
Estas máquinas de alta complejidad son capaces de suplir las funciones del corazón y pulmón (ECMO venoarterial) o solo del pulmón (ECMO venovenoso), según la necesidad. La primera se utiliza en pacientes sometidos a cirugías cardíacas o a trasplante de pulmón, mientras que la segunda es muy útil en caso de neumonías complejas, ya sean por influencia H1N1, Hanta o COVID-19, por ejemplo. “La ECMO suple artificialmente la función del pulmón extrayendo sangre desde una vena grande, la cual pasa por esta máquina que la oxigena, sacándole CO2 e introduciéndola nuevamente al cuerpo. Así se logra reemplazar la función del pulmón en espera de que este vuelva a recuperarse”, explica el Dr. Sebastián Iturra, cardiocirujano del INT.
COVID-19
En el contexto de esta emergencia sanitaria, el mayor soporte que han tenido que recibir los pacientes ha sido respiratorio. La ventilación mecánica (VM) y el sistema ECMO ha sido fundamental, siendo este último utilizado en enfermos de alta gravedad: “Quienes tienen infecciones por COVID-19 y neumonía asociada, no logran la función pulmonar y esta hay que suplirla por etapas, dependiendo de la gravedad. Cuando este órgano ya no es capaz de resistir ni un mínimo soporte, como el oxígeno por naricera, mascarilla o VM, se le deja descansar utilizando la ECMO, que se encarga de realizar la labor de oxigenar la sangre. Una vez que el pulmón se recupera, se puede retirar y continuar el tratamiento con VM. Es decir, cuando todo lo anterior fracasa, la ECMO es la opción… esta máquina salva vidas”, aclara el profesional.
INT y ECMO
El INT ha tenido un gran desarrollo en la terapia con ECMO: “Dada la complejidad de las cirugías cardíacas y torácicas, además de trasplante de pulmón, que realizamos en el Instituto, hemos podido avanzar mucho en el conocimiento de estas máquinas, lo que nos vuelve especialistas en ella”, afirma el Dr. Iturra. Sin embargo, también aclara que se trata de un recurso limitado: “Esto, tanto por la disponibilidad de equipo, pero sobre todo por la cantidad de recurso humano que se requiere para operarlo. Estamos hablando de cerca de 10 profesionales por máquina. Por esa razón, se ha determinado a nivel ministerial y de funcionamiento de UCI, ojalá no tener más de tres de esos sistemas de oxigenación funcionando simultáneamente… eso es como máximo en un establecimiento de salud como el nuestro”.
Actualmente, el Instituto Nacional del Tórax cuenta con tres de estos sistemas de oxigenación de sangre en su UCI: “El INT ha tratado a 1/3 de todos los pacientes que han requerido ECMO a nivel nacional, y 2/3 de ellos han logrado salir adelante. Esto quiere decir que a pesar de ser una terapia de alta complejidad y de gran desgaste humano y económico, son varias las personas que han logrado vivir gracias a ella. Y eso da cuenta de la experiencia que nuestros profesionales tienen en este sistema, gracias a la cantidad de años que llevamos utilizándola”, finaliza.