Según las estadísticas del «Global Cancer Observatory» (GLOBOCAN), cerca de 3.500 personas fallecen cada año en Chile a causa del cáncer de pulmón, representando el 12.7% del total de muertes por cáncer en el país. Los estudios por encontrar una cura a esta enfermedad son muchos; sin embargo, la neoadyuvancia ha sido uno de los pocos que ha arrojado real esperanza.
El Dr. Francisco Orlandi, jefe de la Unidad de Cáncer Pulmonar en el Instituto Nacional del Tórax destaca el impacto transformador de este nuevo tratamiento: «Este avance cambia drásticamente el pronóstico para los pacientes. Mientras que solo el 15% sobrevive después de tres años con los tratamientos convencionales, con la neoadyuvancia estamos viendo tasas de hasta el 40% de pacientes libres de enfermedad».
La neoadyuvancia, explicó el Dr. Orlandi, es un tratamiento innovador que se administra a pacientes en etapas 2B y 3 de cáncer de pulmón, antes de la cirugía: “Consiste en tres ciclos de inmunoterapia y quimioterapia, que se complementan con sesiones de rehabilitación en kinesiología durante aproximadamente dos meses y medio. Este enfoque integral solo es posible gracias a la infraestructura y el equipo especializado del INT”.
El origen de este tratamiento revolucionario se remonta a España, bajo la dirección del Dr. Mariano Provencio, un destacado experto en cáncer de pulmón y linfoma, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) y jefe de Oncología Médica del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, quien ha sido fundamental en la investigación y desarrollo de la neoadyuvancia.
En cuanto a la posibilidad de expandir el uso de la neoadyuvancia a pacientes en etapas más avanzadas del cáncer de pulmón, el Dr. Orlandi y el Dr. Provencio ya han comenzado a explorar esa posibilidad, lo cual podría ofrecer una nueva esperanza para quienes enfrentan esta enfermedad.
Sin embargo, el acceso a este tratamiento no es automático. Cada caso debe ser evaluado por un comité médico, considerando la viabilidad de las cirugías y tratamientos requeridos, así como la condición pulmonar y cardíaca del paciente. Pero incluso en los casos en que la neoadyuvancia no sea la solución, existe la garantía de que los pacientes serán dirigidos hacia opciones de tratamiento alternativas, como la radioterapia.