Iniciativa pionera en Latinoamérica busca determinar el impacto ambiental del uso de los plásticos en el ámbito hospitalario y ver su potencial reducción y disposición final en nuestro país.
El Instituto Nacional del Tórax es uno de los cuatro establecimientos para Chile y Latinoamérica que participa del innovador proyecto piloto “Caracterización y cuantificación de plásticos de un solo uso en establecimientos de salud”. Esta iniciativa, encabezada por el Ministerio de Salud y la ONG Salud sin Daño, tiene como objetivo principal analizar y evaluar aquellos materiales ocupados en procesos clínicos y administrativos, con el fin de implementar medidas más efectivas de gestión ambiental.
El inicio formal de la iniciativa en nuestro establecimiento se realizó el 20 de junio, con la primera reunión entre los referentes de Minsal, Salud Sin Daño, Servicio de Salud Metropolitano Oriente (SSMO) e Instituto Nacional del Tórax.
La semana recién pasada, en tanto, comenzaron las visitas de levantamiento de información en distintos servicios clínicos, salas de almacenamiento de residuos y la bodega central, encabezados por la referente técnica de la ONG Salud Sin Daño, Margot Ojeda.
Según manifiesta la profesional, este primer trabajo busca hacer un diagnóstico respecto al uso y disposición de plásticos de un solo uso a nivel institucional.
“En base a esto, se realizará un informe con todas las propuestas a implementar, adaptados a nuestra realidad. Además, se establecerán espacios de colaboración y coordinación entre los referentes de los 4 establecimientos de salud que participan en el proyecto, para que puedan compartir experiencias buenas prácticas”.
Por su parte, la encargada de Gestión Ambiental del INT, Marcela Cabas explicó que “si bien, el plástico es un elemento muy útil y bastante utilizado por las personas, también es altamente contaminante, principalmente por el tiempo que demora en degradarse. Entonces, participar en este proyecto piloto es de una gran relevancia, puesto que seremos parte de un levantamiento inédito a nivel latinoamericano, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Salud y el SSMO».
El proyecto
El objetivo de este proyecto es determinar el impacto ambiental generado por el uso de los plásticos y analizar su potencial reducción y disposición final en nuestro país. En la primera reunión se explicó que los establecimientos escogidos no son homogéneos, ya que se busca tener una caracterización más amplia y próxima a la realidad, pensando en que no todos los establecimientos del país y Latinoamérica son iguales.
Por esto, los centros de salud escogidos junto al Instituto Nacional del Tórax son el Hospital de Urgencia Asistencia Pública – Posta Central (HUAP), el Hospital de Enfermedades Infecciosas Dr. Lucio Córdova y el Instituto Psiquiátrico Dr. Horwitz Barak.
El problema de la contaminación por plásticos es una preocupación mundial, y en el ámbito de la salud, los plásticos de un solo uso son necesarios para garantizar entornos estériles y prevenir la propagación de enfermedades e infecciones. Sin embargo, la falta de reciclaje de estos plantea un desafío significativo, tal como en su momento lo fue el mercurio, lo cual está movilizando a todos los países para desarrollar medidas que disminuyan su uso.
La gerente regional de proyectos de la ONG Salud sin Daño, Jaqueline Tapia, declaró que «el sector salud representa al menos 4,4 % de las emisiones netas globales de Gas de Efecto Invernadero (GEI).Si el sector fuese un país, sería el quinto emisor más grande del mundo, y el 75% de las emisiones provienen de la cadena de suministro».
«Como establecimiento estamos muy interesados en ser parte del proyecto, ya que en nuestra búsqueda continua de entregar una atención de salud de calidad, queremos reducir nuestra huella de contaminación y no seguir formando parte de esta cadena de contaminación para nuestros propios pacientes», explicó Marcela Cabas, y agregó que «como seres humanos, nuestra salud se está viendo afectada de manera invisible por este elemento, ya sea por comer alimentos que lo contienen, o visible, a través de la contaminación ambiental generada por la fabricación de estos productos. Como hospital queremos buscar una solución al problema que nosotros generamos», concluyó Cabas.
Para el desarrollo este proyecto, en el INT se han definido dos equipos de trabajo. El primero estará compuesto por personal especializado en operaciones y gestión ambiental, incluyendo jefatura de la unidad, encargada de gestión ambiental, consultor externo de la ONG y personal externo encargado del manejo de residuos especiales (REAS). El segundo equipo estará conformado por el personal de los servicios clínicos en los cuales se implementarán las medidas de segregación y caracterización de los plásticos.