Manito de Gato entrega cuidado personal y compañía a pacientes hospitalizados, a través de una cultura de amor al prójimo, sin prejuicios y condiciones.
Con mucho entusiasmo y cariño recibimos hace aproximadamente un mes la llegada al Instituto Nacional del Tórax del voluntariado Manito de Gato.
Compuesta por unas quince personas, esta agrupación ya trabaja desde hace años en el Hospital Salvador y tiene como objetivo visitar y acompañar a pacientes hospitalizados. Junto con escucharlos y conversar, les entregan cuidado personal y se encargan lavar y cortar su cabello, afeitar, arreglar y cortar uñas, justamente en los horarios en los que no hay visita.
También acompañan a pacientes hospitalizados en la sección de psiquiatría, con arreglo de manos y corte de pelo.
“Les hacemos un cariñito” cuenta Samuel Caro, uno de los fundadores del voluntariado. “La función de nuestro voluntariado es acompañarlos y ayudarlos a través de una cultura de amor al prójimo, sin prejuicios ni condiciones”, agrega.
Actualmente visitan a los pacientes de nuestro instituto los días martes y jueves.