Con una serie de actividades marcadas por el entusiasmo, la participación y la vuelta a la presencialidad, durante la semana del 22 a 26 de agosto el Instituto Nacional del Tórax festejó sus 68 años de vida.
La celebración comenzó con una emotiva ceremonia el martes 22, que contó con la presencia de la comunidad funcionaria y autoridades encabezados por el director (s) del SSMO, doctor Alberto Vargas; el director (s) del INT, doctor Osvaldo Arriagada; el presidente del Consejo Consultivo y paciente de nuestro instituto, Felipe León, y los dirigentes gremiales de Fenats y de Asenf, Fabián Ponce y María Toro, respectivamente.
En la oportunidad todos coincidieron en la importancia del rol desempeñado por el INT a lo largo de su existencia, en valorar el legado de todos quienes han formado parte de nuestro instituto y relevar su compromiso con la salud pública de calidad.
Reconocimiento de autoridades y comunidad
En sus palabras de bienvenida, el doctor Osvaldo Arriagada agradeció la presencia de todas y todos y expresó que este encuentro “marca también un hito importante para tratar de cerrar un poco los ciclos más complejos y oscuros que hemos vivido todos por la pandemia”.
“Cumplimos 68 años, y estamos inmersos en un nuevo proyecto de Preinversión Hospitalaria para poder contar con nuestro nuevo instituto, que es muy necesario”, concluyó.
Por su parte, en representación de nuestros pacientes, Felipe León agradeció a todos quienes lo han acompañado en su enfermedad y posterior trasplante: “Mi historia sería muy diferente si este hospital no me hubiera ayudado a llegar a estar acá con ustedes en estos momentos; de hecho, lo más probable es que no estaría”.
“He sido testigo, como paciente, de cómo este hospital ha ido avanzando a través de los años, formando especialistas en el área y siendo un centro de referencia nivel nacional de diversas enfermedades, todo eso ayudando a fortalecer lo que, a mi parecer debe ser uno de los pilares de nuestro país: la salud pública”, agregó.
Fabián Ponce, en tanto, indicó que el testimonio de Felipe León “representa la nobleza y grandeza de lo que desarrolla este instituto y su gente” y recordó que cada persona que ha trabajado en el INT en estos 68 años “es parte de su historia y han puesto a este instituto en un lugar relevante a nivel nacional y como referente a nivel internacional”.
En su participación, María Toro destacó que se empiecen a recuperar espacios como estos y dijo que “además de un momento de alegría, es un momento de recogimiento, donde recordamos también a quienes ya no están con nosotros, ya sea porque han emprendido otros rumbos o han fallecido. Son parte de nuestro instituto y hay que reconocerlo”.
“Además hemos evolucionado como institución, hemos aumentado en complejidad y en número y también en reconocimiento de la dignidad de las personas”, agregó.
Finalmente, el doctor Alberto Vargas saludó a toda la comunidad INT y declaró que la pandemia “más allá de lo difícil y complejo que fue, demostró también el compromiso y el importante rol de todos los trabajadores de este instituto para enfrentar un problema de salud pública, que todavía nos sigue afectando -afortunadamente de una forma menos grave- y la capacidad de prestar cuidados más complejos, mostrando ese espíritu con el que se fundó esta institución”.
“Vienen tiempos importantes para la salud chilena y este instituto es un gran ejemplo de la capacidad que tiene el sistema publico de salud de entregar atención de calidad y a la altura de cualquier centro de máximo de desarrollo tanto en Chile como en el extranjero”, puntualizó, para finalizar exponiendo que “como director del SSMO quiero reiterar el compromiso que tengo con este instituto y con sus trabajadores”.
Tras los correspondientes discursos, fue presentada la canción “La espera acabó”, compuesta por la paciente del INT Alejandra Aguilera, quien se encuentra esperando por un trasplante bipulmonar, e interpretada y musicalizada por Iván Ramírez, kinesiólogo que trabaja en nuestro instituto.
La actividad, realizada al aire libre, marcó además el inicio de una semana de celebraciones donde los funcionarios y funcionarias participaron distribuidos en cuatro alianzas.
Tanto participantes como los jurados invitados valoraron la organización de las actividades y el cariño, esfuerzo y alegría puesta en cada una de las competencias, que incluyó incluso a los funcionarios de turno de noche.